Martin dijo que su primera transformación de canas fue hace ocho años y que es una historia muy emocionante. Tuvo un impacto en su vida y la de su cliente. «Hace ocho años, un cliente vino a mí con una caja de color negro y dos pulgadas de raíces blancas y me preguntó si podía hacer coincidir el color de su caja negra con sus raíces blancas. Acepté bajo ciertas condiciones: primero, no aguantará yo si le cepillo el pelo; segundo, estará abierto a un corte pixie si las cosas van mal; tercero, eso. Me dejará tener un día entero y sin prisas, porque el pelo tarda mucho. Él aceptó todas las condiciones y, después de ocho horas, tenía un cabello hermoso y saludable, muy similar a sus raíces, y ahora puede disfrutar de su jubilación anticipada y de sus actividades al aire libre sin avergonzarse por su color de cabello de dos tonos».